Poema (XC): «Los trabajos y las noches» e outros versos de Alejandra Pizarnik

AlejandraPizarnik
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(Portada do escultor e pintor surrealista arxentino Roberto Aizenberg para Los trabajos y las noches, de Alejandra Pizarnik)
Tal dia coma hoxe de hai oitenta anos naceu a poeta arxentina Alejandra Pizarnik (Avellaneda, 29 de abril de 1936 – Bos Aires, 25 de septiembre de 1972) que con a penas 36 anos decidiu quitarse a vida, o que non foi impedimento para que a súa obra xa coñecida e valorada acadase unha enorme dimensión.
Desde hai ben anos son lector devoto dos seus libros de versos e dos seus Diarios, que sempre recomendo vivamente, e teño a edición da poeta e tradutora Ana Becciu da súa Poesía Completa (Lumen, 2001), porén en decembro de 2014 o meu caro amigo Xesús González Gómez fíxome un deses xenerosos e impagables agasallos cos que adoita sorprenderme e envioume unha primeira edición do poemario Los trabajos y las noches (Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 1965), que viu lume na mesma estación na que vin a este mundo, como sinala o seu colofón: «Se terminó de imprimir el día cinco de mayo del año mil novecientos sesenta y cinco en los talleres gráficos de la Compañía Impresora Argentina, S. S., calle Alsina, 2049 – Buenos Aires».
Na contracapa dise:
«Alejandra Pizarnik -ha escrito Enrique Molina- sale indemne de esas asechanzas que consisten en abrir las puertas del poema a notaciones de mero valor informativo, destinadas a narrar, no a “recrear” un latido o un instante, en el sentido en que entiendo la poesía, como transmutación de una realidad inmediata y circunstancial a un plano de revelación. Si tal exigencia se obedece hasta el riesgo de dejar en la zaranda mágica sólo una pequeña partícula fosforescente de materia poética, creo, de todas maneras. que es un riesgo que vale la pena correr y al que “la pequeña dormida” se abandona con una despreocupaçión que da la medida de su finísimo oído para captar esos leves movimientos líricos que constituyen la nervadura central de sus poemas. La síntesis que los preside es la misma que concentra en el foco más reducido la mayor intensidad luminosa y calórica de una lente convexa. Sabido es que ese foco asestado sobre ja mano o el corazón, quema. Octavio Paz cuya voz tiene la lucidez de la auténtica poesía, señala esa mezcla de vigilia y posesión tan propia de los versos de Alejandra Pizarnik y que, por otra parte, se experimenta siempre ante su presencia, ante sus cabellos permanentemente sustituidos por algas o grandes pájaros calcinados».
E para rematarmos esta anotación, aínda que o poemario Los trabajos y las noches pódese ler ao completo nestoutra bitácora, reproduzo deseguida catro poemas, un deles o que lle dá título ao libro, mais tamén o texto inicial «Poema», «Anillos de ceniza» e «Silencio», aínda que calquera outro do libro ou da súa obra resulta altamente recomendable. Velaquí:
POEMA
Tú eliges el lugar de la herida
en donde hablamos nuestro silencio.
Tú haces de mi vida
esta ceremonia demasiado pura.
LOS TRABAJOS Y LAS NOCHES
para reconocer en la sed mi emblema
para significar el único sueño
para no sustentarme nunca de nuevo en el amor
he sido toda ofrenda
un puro errar
de loba en el bosque
en la noche de los cuerpos
para decir la palabra inocente
ANILLOS DE CENIZA
a Cristina Campo
Son mis voces cantando
para que no canten ellos,
los amordazados grismente en el alba,
los vestidos de pájaro desolado en la lluvia.
Hay, en la espera,
un rumor a lila rompiéndose.
Y hay, cuando viene el día,
una partición del sol en pequeños soles negros.
Y cuando es de noche, siempre,
una tribu de palabras mutiladas
busca asilo en mi garganta,
para que no canten ellos,
los funestos, los dueños del silencio.
SILENCIOS
La muerte siempre al lado.
Escucho su decir.
Sólo me oigo.
AlejandraPizarnik01

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